Villena Literaria

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Villena

jueves, 20 de noviembre de 2008

RECOGIDA DE EDUCANDOS

Y la música sigue….
Nada pudo empañar la pujante apoteosis del metal, las brillantes trompetas y el sinuoso saxo y el exacto, articulado y grave trombón de varas. Juntos unieron su estridencia a unos barrios en aquella felicidad por horas. En contra partida se agregaban flautas traveseras y clarinetes que suavizaban la templanza de unos nervios a flor de piel.

Y la música sigue…
Cada año, nuevos educandos ven cumplido el sueño de ser un miembro más en la Banda de Música. Todos sus compañeros arroparán y felicitan el esfuerzo callado con horas de práctica. La emoción de la tarde, en espera de las primeras notas sonoras denotara que la espera está a su término. Sentirán una alegría desbordante porque saben que es un orgullo para ellos y para sus familias, ser miembro de la Banda, su Banda. Un director que con paso firme va acompañado de músicos que también fueron educandos, y saben del dulce sabor que amasaron en sus bocas.

Y la música sigue…
Como las blancas buscan a las corcheas y las negras se incrustan en el pentagrama se van soltando los primeros sonidos al viento por las calles de Villena. Notas que se descuelgan por los balcones de la corredera y canciones que quedan en el recuerdo de los que pasaron la experiencia.

Y la música sigue…
Calle abajo o arriba, culminando ante el monumento a Chapí. Otro año, otros educandos, otra ventana abierta con rostros empañados en lágrimas. Nuevas emociones en los bolsillos de sus chaquetas recién estrenadas, que harán que palpiten sus corazones abiertos al infinito cuando suenen los instrumentos.

Y la música sigue…
En todos los rincones de esta ciudad nuestra. Que presume de sus músicos por su entrega y su valía. Amanece nuevos días para futuros educandos que recordarán este día como un día especial en su dedicación por la música. Todo en esta tarde es presencia junta ante el gozo sobre el deslumbramiento exacto de haber conocido lo que significa ser músico.

Y la música sigue…
Como sigue la vida, siempre habrá nuevos educandos mientras la música permanezca. Pero sin quitar importancia a cada año y a cada nuevo músico, mi casa este año gozará de alegría cuando recojan a mi marido e hija como nuevos educandos.

RECOGIDA DE EDUCANDOS




Y la música sigue….
Nada pudo empañar la pujante apoteosis del metal, las brillantes trompetas y el sinuoso saxo y el exacto, articulado y grave trombón de varas. Juntos unieron su estridencia a unos barrios en aquella felicidad por horas. En contra partida se agregaban flautas traveseras y clarinetes que suavizaban la templanza de unos nervios a flor de piel.

Y la música sigue…
Cada año, nuevos educandos ven cumplido el sueño de ser un miembro más en la Banda de Música. Todos sus compañeros arroparán y felicitan el esfuerzo callado con horas de práctica. La emoción de la tarde, en espera de las primeras notas sonoras denotara que la espera está a su término. Sentirán una alegría desbordante porque saben que es un orgullo para ellos y para sus familias, ser miembro de la Banda, su Banda. Un director que con paso firme va acompañado de músicos que también fueron educandos, y saben del dulce sabor que amasaron en sus bocas.

Y la música sigue…
Como las blancas buscan a las corcheas y las negras se incrustan en el pentagrama se van soltando los primeros sonidos al viento por las calles de Villena. Notas que se descuelgan por los balcones de la corredera y canciones que quedan en el recuerdo de los que pasaron la experiencia.

Y la música sigue…
Calle abajo o arriba, culminando ante el monumento a Chapí. Otro año, otros educandos, otra ventana abierta con rostros empañados en lágrimas. Nuevas emociones en los bolsillos de sus chaquetas recién estrenadas, que harán que palpiten sus corazones abiertos al infinito cuando suenen los instrumentos.

Y la música sigue…
En todos los rincones de esta ciudad nuestra. Que presume de sus músicos por su entrega y su valía. Amanece nuevos días para futuros educandos que recordarán este día como un día especial en su dedicación por la música. Todo en esta tarde es presencia junta ante el gozo sobre el deslumbramiento exacto de haber conocido lo que significa ser músico.

Y la música sigue…
Como sigue la vida, siempre habrá nuevos educandos mientras la música permanezca. Pero sin quitar importancia a cada año y a cada nuevo músico, mi casa este año gozará de alegría cuando recojan a mi marido e hija como nuevos educandos.